viernes, 17 de octubre de 2014

Sobre las generaciones

Hola a todos




Una de las cuestiones que hemos estado trabajando estas últimas semanas, sobre todo en lo referente a la perspectiva de la Psicología del Curso Vital, es el concepto de generación. Sobre todo desde el punto de vista de entender cómo las oportunidades de desarrollo de un individuo es influido por el hecho de vivir en momento histórico-cultural determinado.

Los ejemplos clásicos que más se han estudiado han sido analizar los efectos generacionales de la Gran Depresión del 29 (en Estados Unidos, sobre todo) y la II Guerra Mundial, comprobando como la influencia positiva o negativa de estos grandes sucesos (y pensad en otros como la Guerra Civil, la Transición Política, la Crisis Económica Actual...) dependen de múltiples factores: el nivel de estudios de las personas, el tipo de trabajo que desempeñen, el momento vital en el que afecte (infancia, adolescencia, adultez, vejez), el grupo socio-histórico incluso racial al que pertenezcas, etc etc... Son estos factores los que determinan o posibilitan también las diferentes trayectorias que toman los individuos.



Las generaciones no determinan afortunadamente, pero sí modulan o influyen mucho el desarrollo individual.

Por si queréis seguir pensando en esta cuestión de las generaciones y su influencia actual os invito a leer los siguientes artículos de prensa, que justamente reflexionan en torno a la idea de generación.

¿Cómo se le da nombre a una generación? ?Te reconoces en algunos de los rasgos generales de las generaciones que se describen en el artúculo ?

"Mi generación es tan útil como un Ferrari en un camino de cabras" Entrevista a Aleix Saló, dibujante bastante conocido por su visión crítica de la burbuja inmoviliaria y su influencia en la crisis actual. Mirad uno de sus  vídeos para haceros una idea de su manera de dibujar y de ilustrar un momento histórico.



Desde luego no está de más tener en cuenta que esto de las generaciones no dejan de ser también construcciones socioculturales, utilizadas por las empresas como guías a la hora de realizar contrataciones, pero también a la hora de dirigir con mayor precisión los productos que se quieren comercializar a ciertos grupos de consumidores (adaptándose a sus gustos o bien creando dichos gustos y/o necesidades).

¿Que te sugiere todo esto? ¿Consideras que formas parte de alguna generación y te ha influido de alguna manera? ¿O no es más que un invento de sociólogos o de empresas que pretenden vender mejor sus productos?



jueves, 2 de octubre de 2014

Cuidado



Hola a todos y todas

Ayer, aprovechando que ya tenemos disponibles en la Facultad un ejemplar del periódico El País (lo importante es tener disponible físicamente un periódico, no que sea el de "El País") me topé con una columna que me llamó la atención.

No pude evitar hacer conexiones con algunas de las cuestiones que hemos estado tratando estos días. Imagino que hacer conexiones entre lo que vemos en clase y el mundo más allá de la facultad, es una de las competencias que nos gustaría trabajar tanto a Gloria como a mi. Así el aprendizaje se puede enriquecer mucho.

El tema es, si leéis esta columna, ¿con qué lo podéis conectar? ¿a qué os suena lo que describe la autora?

Columna Original de Leila Guerrero (El País, 1 de Octubre de 2014).

Cuidado

"Leo, hacia el final de Un hombre enamorado(Anagrama, 2014), la temible y fabulosa novela del
noruego Karl Ove Knausgard, esta frase: “Mis rabias eran mezquinas, me enfadaba por detalles
tontos, ¿a quién le importa quién fregó qué a la hora de mirar hacia atrás al resumir una vida? (...)
¿Cómo se podía echar a perder la vida enfadándose por el trabajo de la casa? ¿Cómo era eso
posible?”. Sí. ¿Cómo es eso posible? Y, sin embargo, la pila de platos sucios, la pelea en torno a quién
le toca hacer la compra, transforma nuestro corazón, alguna vez en llamas, en un pantano ciego. Y lo
hace con una eficacia sibilina, más tóxica e irreversible que una catástrofe mayor. A veces, cuando
camino por la calle y veo caras sumergidas en la indiferencia, en la resignación o el miedo, me digo:
cuidado. Porque ¿cómo es que sucede? ¿Cuándo la fruición de la carne empieza a deslizarse,
anestesiada, entre las páginas de un libro, los anteojos para la presbicia, el beso de las buenas
noches? ¿Cuándo dejamos de reírnos como lobos? ¿En qué momento la prudencia empieza a ser más
importante que todo lo demás, el crédito hipotecario que todo lo demás, la compra en el
supermercado que todo lo demás? ¿Cómo, en qué momento los domingos de almuerzo con los
suegros reemplazan para siempre el desayuno a las cuatro de la tarde, el amasijo, los tiernos bordes
de la noche licuándose en un amanecer de pájaros ardientes? ¿Dónde está aquel sueño imposible, tan
enloquecido: a qué pila de escombros hay que ir a buscar? Cada vez que veo en las caras la prudencia,
la resignación, el miedo, me digo: cuidado. Me miro la sangre y los tendones. Me entreno para estar
despierta. Dicen: “Les sucede a todos: el tiempo pasa”. Me dirán loca. Yo siempre estaré buscando,
bajo los adoquines, la arena de la playa.